El Duarte Renaciente
Amigos de Pablo. - ¡Pablo,
Pablo! ¡Apresúrate, se nos hace tarde!
Narrador: Pablo abre sus ojos,
como intrigado al tiempo que se levanta de su cama.
Pablo. - ¿Qué ha pasado?
Narrador: Pregunta asombrado.
Pablo. - ¿A caso, no son esclavos?
Pedro. - ¿Esclavos? Estas
soñando.
Narrador: prosigue diciendo.
-No ves que somos libres,
libres. ¡Libres como el aire!
Pablo. – Sí, los vi atado, el ejército
los sorprendió cuando planeaban un ataque a la casa blanca.
Amigos: jajajajajajajajajaja
Manuela. - ¡Esclavos! Mira el
paisaje no existe tal esclavitud.
Ana. – Así es Pablo, mira el
sol como brilla sobre el verde de las montañas los esclavos no disfrutan de
este hermoso paisaje.
Frank. - ¡Este tá loco! Disque
esclavos! Es ahora cuando más libertad tenemos, pues viajamos por el mundo sin
tener que movernos de la casa con esto de la innovación tecnológica y el uso
del internet.
Narrador: dice Pablo.
-Calla, calla por favor! No
hay diferencia entre un oprimido y un atrapado en el servicio de las redes
tecnológicas.
Narrador: Sus amigos callan al
tiempo que se observan entre sí.
Pablo. – Si, sus mentes están
erradas mientras sus cerebros atraviesan por el hueco oscuro de la tecnología.
Marta. - ¿Qué estás diciendo
Pablo? ¿A qué hueco te refieres?
Pablo. – Si, Marta a caso no
te das cuenta de las cadenas invisibles que la juventud lleva puesta? ¿Cuántos
amigos electrónicos tienen cada uno de ustedes? Miles tal vez. ¿Cuántos amigos
reales con los que se llevan bien y comparten a diario, tienen? Ese es el hueco
oscuro de la tecnología.
Narrador: Pablo prosigue.
-Muchos de ustedes ya no
conversan ni comparten con su familia, prefieren chatear con sus amigos
electrónicos que no lo conocen y que están lejos de ustedes quedando todos
aislados en su propia casa.
Manuela. - ¿Y eso tiene que
ver con la libertad?
Pablo. – Mucho, la tecnología
ha creado una brecha que se traga cada vez más el contacto humano. Por eso digo
que su libertad es una fantasía.
Narrador: Pablo prosigue.
-Observen todo esto, el
agujero de la capa de ozono, los frecuentes radioactivos de las grandes
industrias acaba el habitad poco a poco.
Manuela. – Pero eso no aclara
mi pregunta.
Pablo. – Es sencillo Manuela,
si ustedes no abren su mente permanecerán cada día presos, esclavos del egoísmo
capitalista que destruye el medio ambiente para aumentar sus riquezas y
hacernos cada día mas pobres y con ello arrastra a los hogares los cuales se
desintegran quedando la sociedad sin
familia seguido por el abismo del consumismo. Por eso digo que son esclavos,
pues si no rompen la barrera del hueco tecnológico quedan atrapados y no habrá
patria.
Despertad, despertad,
despertad, la patria los reclama juventud dormida.
Licda. María Estela Martínez
18 de noviembre 2014.
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